Obra: "Visión de Hiroshima"
Autor: ...:::Angel Of Sorrow:::...

"...La lluvia caía copiosamente, el agua recorría mi rostro, pero no podía dejar de observar el horizonte. Un destello infernal llenaba el firmamento y a quellas nubes negras de la furiosa tormenta resplandecían con un rojo carmesí. Estaba presenciando el mismisimo apocalipsis, pero mi cuerpo se negaba a moverse y no podia dejar de mirar aquella espeluznante forma que se elevaba desde el punto de impacto hacia el cielo. Su diámetro parecía brutal y su resonar era estremecedor, como si se tratara de un trueno. Un trueno con el fragor de la eternidad y que sin embargo duraría escasos minutos. Mientras la columna de humo crecía alimentandose de muerte, una tormenta furiosa, como el mismo aliento del demonio, avanzaba implacable. Sé que me tratarán de loco, pero todo aquello era morbosamente bello, un espectáculo jamás presenciado por nadie. La fuerza con que la tormenta de polvo y escombros avanzaba era tal que arrasaba con cualquier edificación a su paso, no existe obra del hombre que pueda oponerse a la furia de la purificación mas horripilante y bella. Todo pronto se tiñó con tonos de rojos turbios, vivos amarillos y encandilantes resplandores blancos. Elevamos la mirada al cielo esperando la mano divina que evitaría la extinción, pero solo se veía el huracan de polvo y el firmamento teñido de un color que anticipaba lo inevtable, un color tan conocido por todos como el color de la sangre inocente. El calor aumentaba de manera vertiginosa, la erupción de muerte y desolación nos envolvia.

Todo será historia en esasos momentos, parece tonto, pero a veces la salida cobarde es el consuelo de los valientes. El barrido pulverizaba a quien encontrara en su camino y todo se envolvía en llamas. El aire quemaba en los pulmones y ardía en la piel, La visión se nublaba y el cuerpo no respondía. En todas direcciones se oían gritos de dolor y llanto, auqello que hubiera sido una gran ciudad no era más que la visión vivida del mismo infierno hecho carne. Madres, Padres, Hermanos, Hermanas, Hijos, Hijas, Ancianos, Niños, Todos eran consumidos con una violencia abrasadora. El Horror se apoderaba de todo aquel paisaje, desfigurado por la guerra y descuartizado por el fuego. La desesperación de haber sido abandonado a una vida de sufrimiento, de haber sido dejado a un lado por la misma muerte mientras reclamaba la vida de todos a mi alrrededor. El sentimiento imperdonable de angustia y abandono, lo poco que queda de mi, de mi cuerpo y de los pocos que fuimos dejados a nuestra suerte para servir de testimonio vivo. El horror no tiene fin, aunque el tiempo reconstruya cada una de las paredes que la destrucción derribó, siempre llevo aquella visión en el alma al cerrar los ojos. Siempre los oigo gritar una y otra vez de dolor al irme a dormir. Los fantasmas del pasado me acompañan a donde quiera que vaya y me acompañarán hoy en mi lecho de muerte ..."

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